A comienzos de
la década del 80, Flor Meléndez llegó a Obras desde su
Puerto Rico natal y en poco tiempo se hizo un nombre en
nuestro país, saliendo campeón con los Tacheros de la
Copa Renato William Jones en 1983 e introduciendo la
filosofía de juego que años más tarde llevaría a
Argentina a lo más alto: "La ofensiva vende muchos
boletos pero la defensa gana muchos juegos". También
dirigió a la Selección Nacional en el Mundial de España
1986, donde venció épicamente a Estados Unidos, a la
postre ganador del torneo. Poco antes de embarcarse
hacia estas tierras para visitar amigos y dictar
clínicas, Flor Meléndez habló en exclusiva con
Generación Dorada.
En la etapa previa a la
Liga Nacional usted dirigió a Obras y consiguió la Copa
William Jones en 1983. Para los más jóvenes que no
conocen ese logro me gustaría que me cuente cómo vivió
esa etapa y cómo era ese equipo.
Para mí Obras
era un reto por que yo era un técnico nuevo y de Obras
salía Ranko Zeravica, un entrenador que todo el mundo en
Obras lo respetaba mucho y era muy reconocido a nivel
mundial. Por lo tanto el reto lo tenía yo, que tenía que
hacer que esos jugadores se mentalizaran a jugar de la
forma que yo entendía que se iba a jugar.
Lo del 83 fue algo
grande por que era una Copa que la dominaba Europa y lo
que se vivió en ese estadio de Obras en esa semana es
algo que nunca olvidaré por la alegría que había de toda
las personas que asistían a los partidos, no importaba
de qué equipo fueran hinchas. Ese equipo era uno de
grandes jugadores pero para mí lo más importante es que
era un equipo de grandes personas, estrellas como
Romano, Rafaelli, Cadillac, Frazier, Butler y todos los
jugadores de ese equipo nos llevábamos muy bien, quizás
el equipo de todos los que he dirigido que mejor
comunicación he tenido individualmente. Era de
verdad una familia.
En nuestro país, usted
está considerado como uno de los primeros entrenadores
que priorizó el tema defensivo y hoy está claro que son
las defensas las que ganan los campeonatos. ¿El tiempo
le dio la razón? ¿Cuáles eran sus conceptos básicos en
ese sentido?
“LA
OFENSIVA VENDE MUCHOS BOLETOS PERO LA DEFENSA GANA
MUCHOS JUEGOS“. Esa es la filosofía de
nosotros, el dominar los fundamentos de la defensa, el
que los jugadores entiendan que tienen que jugar de la
misma forma en los dos lados de la cancha, que es una
mentira que hay jugadores muy buenos en la ofensiva y no
pueden defender, eso es lo que yo trato de mentalizar a
mis jugadores, que tienen que ser buenos en los dos
lados, ofensiva y defensiva. La teoría de que si no nos
anotaban más de 80 puntos y tomábamos 40 rebotes por lo
menos ganábamos 7 de 10 juegos la trabajamos mucho para
la mentalización de los jugadores.
¿Qué recuerdos
tiene de su paso por la selección argentina?
De la selección tengo los más
gratos recuerdos porque fue una decisión que no cayó
bien en un sector del básquet del país pero que yo
entendía tenía los méritos para hacerlo por el tiempo
que llevaba en el país y por el trabajo que se estaba
haciendo. Algunas personas se alejaron de mí, otros me
respaldaron pero sinceramente le digo que nunca me
arrepentí de esa decisión y pude dejar cosas en esa
selección, que era el fin como entrenador.
¿Cómo vivió el
Mundial 86 y la victoria frente a Estados Unidos? ¿Se
podía terminar más arriba en ese torneo o ese equipo no
daba para más?
Nosotros
fuimos al Mundial y a buscar una victoria contra Nueva
Zelanda en la primera ronda y la obtuvimos, pero no es
eso sino que jugamos muy bien contra Yugoslavia y
logramos pasar la primera ronda y se da la situación que
Puerto Rico se elimina y todos los hinchas de Puerto
Rico, que eran muchos, se fueron con nosotros.
La victoria contra
Estados Unidos fue grande porque pocos en esos tiempos
les podían ganar, pero ese fue un juego que nosotros
jugamos muy inteligentemente y se vio el juego de equipo
y la concentración de cada jugador como pocas veces la
he podido ver en un equipo. Después de eso, que
si se podía llegar más arriba yo creo que cuando uno
obtiene una victoria así le pone presión a todos los
equipos a los cuales te vas a enfrentar, pero nosotros
no supimos capitalizar eso porque el próximo juego era
al otro día a las 11 AM y nos quedamos pegados en la
victoria del día anterior. Y
nos mataron las
revistas que tenían que salir al otro día.
En el 87 ganó el
Sudamericano luego de 12 años sin festejos argentinos.
¿Qué nos puede contar de ese torneo?
El
Sudamericano del 87 se fue dando desde el primer día,
porque Venezuela le ganó a Brasil y nosotros les ganamos
a Venezuela en el segundo partido, eso nos llenó de
confianza porque aunque perdimos contra Brasil la
diferencia de goles fue para nosotros.
Esa fue otra gran
celebración porque hacía mucho tiempo no se ganaba pero
al mismo tiempo eso nos llevó a que la Confederación no
respaldara a algunos jugadores y perdimos una bonita
oportunidad de repetir con ese equipo en los Juegos
Panamericanos de Indianápolis, a los que
llegamos con seis jugadores y después llegaron los
otros; ese cambio tan drástico en pocos días nos llevó a
ese torneo sin entrenar, lo cual pagamos.
¿Qué opina de la
evolución del básquet argentino y de los logros de la
Generación Dorada?
Argentina ha sido el
país que más ha evolucionado en el baloncesto de
América, la salida de jugadores a Europa, la Liga
Nacional, la Asociación de Entrenadores y unas camadas
de jugadores y entrenadores se unieron para hacer ese
equipo que era la envidia de todos los países;
te digo que tuve la suerte de estar en los estadios
viendo esos torneos y me los gocé como todos ustedes y
entiendo que los que
quedan de esa Generación Dorada más los que han llegado
van a dar mucho que hablar en este ciclo olímpico.
En Independiente de
Pico llegó a una final que cayó ante Boca. ¿Qué se
acuerda de ese equipo?
Ese equipo de
Independiente era un equipo de jugadores probados y unos
jóvenes como Nocioni, que eran muy luchadores y hay que
recordar que para llegar a esa final ganamos el juego de
semifinal contra el gran equipo de Atenas en Córdoba, lo
cual también fue una gran victoria.
¿Cuáles fueron los
mejores jugadores argentinos que dirigió?
En su momento
dirigí a todos los que pasaron por Obras: Romano,
Rafaelli, Perazzo, Martín, Campana, Cadillac, Camissasa,
Pellegrino, Milovich. En Independiente Aispurúa, Merlo,
Montenegro, Ruiz Moreno, Noccioni, Sucatzky y jóvenes
como Mikulas, Alba, Malara y en la Selección a Cortijo,
Milanesio, Maggi, yo
tuve la suerte de dirigir muy buenos jugadores.
¿Cómo ve la actualidad
del básquet latinoamericano y de su país en particular?
El básquet
latinoamericano está haciendo un esfuerzo con ligas en
México, Chile, Colombia, República Dominicana, que antes
no eran tan importantes para jugadores y entrenadores
foráneos trabajar y en este momento se han abierto
bastante más organizadas, y las ya buenas ligas de
Puerto Rico, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela.
También países como Belice, Islas Vírgenes siguen
mejorando algo debido al esfuerzo que está haciendo FIBA
América por todos los países. En Puerto Rico hay
problemas con equipos de la liga pero siempre es el
deporte Nº 1 y entendemos que con la nueva camada de
jugadores jóvenes en el equipo nacional más los que
están terminando de estudiar en los Estados Unidos nos
va a dar siempre una selección competitiva.
Se viene el Mundial de
Turquía, ¿los candidatos son los mismos de los últimos
años o puede haber alguna sorpresa?
Más o menos
son los mismos pero hay que ver a Brasil, que no había
estado en los últimos torneos y se vio bien en el
Premundial.
Para terminar
quisiéramos que nos cuente en qué está trabajando
actualmente.
Actualmente estoy
trabajando en la Liga de Venezuela, la cual esta
temporada 2009 la ganamos con el equipo de Marinos de
Anzoátegui y ahora en el 2010 voy a dirigir el equipo de
Trotamundos de Carabobo. También presido una liga que se
llama Súper Liga de Baloncesto 25: esta liga es para
todos los jugadores puertorriqueños menores de 25 y
tenemos 10 equipos en toda la isla y se juega de octubre
a diciembre. También dirijo el programa altura, en el
cual tenemos cerca de 140 jóvenes con una estatura sobre
el promedio. Para esto tenemos una oficina que tiene 8
entrenadores durante los 12 meses, que nos ayudan a
correr todos los programas
Fuente:
Generación Dorada