El
"Gallo" Pérez...memorias del tercer goleador histórico
de nuestro básquet
(LNB) Esteban Pérez es el tercer goleador histórico de
la Liga Nacional, detrás de Héctor Campana y Julio Ariel
Rodríguez. Sumó 12.169 puntos (17 de promedio) en 715
partidos, durante 17 temporadas. El alero de 2.00 metros
debutó el 27 de abril de 1985 para Olimpo de Bahía
Blanca, contra Unión de Santa Fe. Además, pasó por
Estudiantes (BB), GEPU (foto), Peñarol, Quilmes, Olimpia
de Venado Tuerto y Libertad de Sunchales.
Con 21.7 puntos de promedio (39.7% en triples), el Gallo
Pérez fue pilar fundamental en el inolvidable Gimnasia,
Esgrima y Pedernera Unidos de San Luis que arrasó con la
Liga Nacional 1992/93. Compartió el equipo junto a
Gustavo Ismael Fernández, Juan Espil, Elnes Bolling,
Carl Amos, Roland Houston, Sergio Dacuña, Fernando
Allemandi, Rafael Costa, Javier Medina, Leonardo Díaz,
Martín Peinado y Héctor Minzer. Empezó dirigido por
Antonio Manno y terminó a cargo de Orlando Ferrato.
Manno impulsó el estilo VEDIME (Velocidad y dinámica
mecanizada) en el básquet argentino. Para “aprovechar al
máximo las condiciones del hombre mediano, siendo una de
estas, la velocidad natural con todos sus matices. Como
complemento inseparable, dentro de lo posible, está el
contraataque, debiendo ser los ataques fijos, breves y
sorpresivos”, según explicaba.
Para Esteban Pérez fue inolvidable: “Mi mejor temporada
en la Liga fue la 92/93 en GEPU de San Luis. Hicimos un
buen torneo, logramos el título, pero más allá de eso lo
importante fue lo que rindió el equipo, fue un cambio de
la estructura que tenía en ese momento la Liga a nivel
juego. Hasta entonces eran equipos muy estructurados, de
atrás no salían, y esa temporada cambiamos la forma de
jugar la Liga, jugamos rápido, tirando triples a la
carrera, con una buena media cancha, con Gustavo
Fernández, Juan Espil y yo, más dos americanos muy
reboteros y con mucha obediencia. Todo eso cerró la
mejor Liga de todas en lo personal”.
-Un sistema de juego que te caía bastante bien…
-Claro, era un sistema atípico a lo normal, caía bien
porque nos daba muchas posibilidades de tiro. Tuvimos
que ajustar algunas cosas en el cierre del torneo para
revertir un partido adverso que tuvimos con Comodoro en
casa, en semifinales. Hubo que cambiar, jugar más
interior, y eso nos permitió desajustar la defensa que
nos hacían continuamente y llegar a una final con Atenas
de Córdoba que nos favoreció por 4-2.
“El mejor compañero en la cancha, y eso que tenía la
misma forma de jugar que yo, era Juan Espil, un goleador
nato. Con Juan nos entendimos muy bien, justamente el
año que salimos campeones de la Liga y el que siguió (NdR:
5º con GEPU en la 93/94). Hablábamos los mismo códigos,
éramos respetuosos con el que estaba mejor con la mano
ese día. Con Juan fue con uno de los jugadores que más
química tuve dentro de la cancha”.
“Esteban De la Fuente siempre me defendía y tenía una
forma de jugar parecida a la mía. En la cancha jugábamos
durísimo, nos matábamos, pero siempre fuimos buenos
compañeros afuera. Eso vale mucho. Nos tocó estar en la
Selección Argentina en el mismo puesto, también tuvimos
una excelente relación, nos complementamos siempre. Eso
es importante y para guardar en el corazón”.
“La Liga me dio parte de mi vida, fue una guía, en la
parte económica, social, sentimental… Estuve en
Sunchales cuando jugué en Libertad, conocí a mi ex
esposa, que me dio un hijo… Me marcó la Liga misma los
pasos de mi vida. Gracias a dios me dio la posibilidad
de tener un bienestar económico, hacer amigos y tener
lindos recuerdos”.
“Me retiré a los 38 años por un cambio radical. Me fui a
trabajar a Rosario, en la parte de salud, en un
sanatorio que estamos gerenciando con gente conocida.
Por eso dejé de jugar al básquet. Siempre estoy cerca
pero por mi compromiso laboral con el sanatorio no estoy
tan ligado al básquet. A mí siempre me gustó hacer una
sola cosa y bien”.
-¿Cómo ves la Liga desde afuera?
-Bien, estoy contento porque está muy bien organizada.
Hay equipos que se están manejando a otro nivel, con
mucha gente trabajando para mejorar. Por ahí estamos un
poco desprotegidos con los jugadores que se van,
tendríamos que sacarle un poco más de provecho, pero
estamos en un buen paso. Además, tener jugadores en la
NBA nos da la posibilidad de estar en el candelero a
nivel internacional, que por ahí en la época nuestra
estábamos alejados de todo eso. Pero estamos bastante
bien encaminados, hay mucho básquet para el futuro
porque se practica muchísimo en todo el país y en todas
las categorías
Fuente: LNB |