"Cuidando la quintita…"
Cada uno cuida su quintita… Frase egoísta si las hay,
muy frecuentemente mencionada en ésta bendita sociedad
piamontesa y de la cultura del Yo.
Hace ya cuatro años que el básquetbol de San Francisco
perdía al único representante a nivel nacional como era
el Club A. San Isidro en el Torneo Nacional de Ascenso (T.N.A).
No supimos (o no quisimos) los vinculados a este querido
deporte entender lo que aquello significaba .Tuvimos en
nuestro medio y entre nosotros a entrenadores de la
talla de Antonio Manno y Daniel Beltramo que no supimos
aprovechar. Nunca fuimos capaces de aprovechar y
explotar sus experiencias, de pedirles que nos dicten
una clínica, un curso, o tan sólo en una mesa de café,
intercambiar experiencias.
El EGOISMO nos ganó,
pensando siempre que todos en esto la tenemos clara y
que lo sabemos todo.
Y en el medio quedaron los
jugadores, que también perdieron, porque el básquetbol
de San Isidro en el T.N.A era el sueño a cumplir, era
una proyección, era llegar a la Liga Nacional, era
encontrar en el básquet una profesión, un medio de vida,
era el sueño que todo chico que juega en el básquetbol
formativo aspira a llegar.
Claro, algunos jugadores sí entendieron lo que pasaba y
pudieron “subirse al tren” y hoy están jugando en el
básquet de distintas latitudes: Franco Migliori, Franco
Prelazzi, German Sciutto, Martín Manzotti, en Italia;
Martín Müller en la Liga Nacional; Matías Tomattis,
Jorge Toriano, Ignacio Revellino en el T.N.A Y L.N.B ;
Germán Faccetta, Lucio Bustos, Darío Bertola, Federico
Perret , Alberto Falasconi que jugaron y juegan aún hoy
nuestra Liga Provincial de Clubes.
Y también perdieron nuestros dirigentes porque quedó
trunco aquel sueño del Equipo de la Ciudad, del estadio
único, con más infraestructura y con las gradas colmadas
de gente, pero claro el EGOÍSMO saco provecho otra vez y
por aquellos días la preocupación pasaba por si San
Isidro les “robaba” horarios de cancha, o si del chori y
la gaseosa, la ganancia le quedaba para uno u otro club.
Perdedores quedaron también los simpatizantes del
básquetbol, aquellos que van a la cancha y disfrutan de
un juego, aquellos nostalgiosos que recuerdan esos
partidos de final cerrado, de grandes protagonistas, de
la cancha con 1800 personas, del griterío, del fervor,
del calor…y que hoy mirando por TV. algún partido
comentan en voz baja “te acordás aquel jugador que lo
vimos acá contra Sani “, o “ese entrenador lo
vimos dirigir con aquel equipo que Sani le ganó
en el final”.
Pero es cierto, el EGOISMO mandaba por aquí y CADA UNO
CUIDABA SU QUINTITA. Si algún día la historia se repite
(ojalá Dios lo permita y sea pronto) no nos quedemos
“abajo del tren” y que en “el futuro no se repita el
pasado”.
Javier Aiassa
Prof. De Educación Física
Entrenador de Básquetbol
|